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¿Cómo identificar el tipo de piel?

Hay cinco tipos básicos de piel sana: normal, seca, grasa, mixta y sensible. El tipo de piel se determina genéticamente. No obstante, el estado de nuestra piel puede variar considerablemente según los diversos factores internos y externos a los que es sometida.

Piel Normal

Piel Normal

"Normal" es un término utilizado ampliamente para referirse a la piel bien equilibrada. El término científico para la piel sana es eudérmica.
Piel seca

Piel seca

"Seca" se utiliza para describir un tipo de piel que produce menos sebo que la piel normal. Como consecuencia de la falta de sebo, la piel seca carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector frente a influencias externas. La piel ligeramente seca puede percibirse tirante, frágil y áspera y tiene un aspecto apagado. La elasticidad cutánea es también débil.
Piel Grasa

Piel Grasa

"Grasa" se utiliza para describir un tipo de piel con producción acrecentada de sebo. La hiperproducción se conoce como seborrea.
Piel Mixta

Piel Mixta

La piel mixta es, como su nombre indica, una piel que consta de una mezcla de tipos de piel. En la piel mixta, los tipos de piel varían en la zona T y en las mejillas. La llamada zona T puede diferir considerablemente, desde una zona muy delgada hasta una zona extendida.
Piel Sensible

Piel Sensible

La piel sensible es más susceptible a factores externos como el estrés, el aire reseco de la calefacción o la luz UV. Si la piel pierde su equilibrio, comenzarás a sentirla tirante, te picará y se enrojecerá. Por ello, la piel sensible necesita cuidados especiales que le proporcione alivio y, al mismo tiempo, refuerce su barrera de protección natural y la ayude a ser más resistentes.